Piensas que tienes un mejor amigo, que te lo demuestra cada día confiando en ti y apoyándote cuando lo pasas mal. Pero te llevas una decepción, se ha ido, por su propia cuenta, tu no le has echado, no has echo nada mal, pero te duele. Y es que, ni los ''mejores amigos'' se olvidan de darte una puñalada. Pero no por eso tienes que venirte abajo y mucho menos pensar que tu tienes la culpa de que se alla marchado, porque ''quien se fue sin ser echado volverá sin ser llamado''.
No hay comentarios:
Publicar un comentario