lunes, 5 de diciembre de 2011

Amanecer.
-Andrea, pss pss! - le da una patada en el pie.
+¿Qué pasa? - le devuelve la patada y le mira sonriente.
-Nada -le devuelve la sonrisa.


Estos, complacientes por haber intercambiado unas cuantas miradas y sonrisas, vuelven a mirar a la película, contentos el uno con el otro. 
Por las mejillas de Andrea caen lágrimas, tanto de felicidad como de tristeza. Jacob estaba diciendo cosas demasiado bonitas y reales, ella no podía evitarlo, su cuerpo le pedía llorar, desahogarse consigo misma. Y entonces, le vuelve a mirar, intentando buscar esperanzas, de que ese chico tan perfecto, algún día sienta lo mismo que ella.
Al terminar la película, se seca las lágrimas y se dice: ''Esperaré lo que haga falta, pues, no hay prisa''.





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