viernes, 4 de noviembre de 2011

Hoy, es uno de esos días en los que no quieres levantarte, ni siquiera para comer. En los que quieres quedarte tumbada en la cama, tapada y sin pensar en nada. Pero no ha podido ser, me he tenido que levantar, lavarme la cara y mirarme al espejo. No me suelo mirar al espejo detenidamente pero hoy lo hice. Detenidamente me observe, viendo todos mis malditos defectos, pero me dije:
-Báh, paso de mirarme mis propios defectos.
Me vestí y arreglé, preparé la mochila y me fuí. Una intensa lluvia esperaba fuera. La lluvia me gusta, su sonido me encanta, me recuerda a la tristeza. No es que me encante la tristeza, pero hay veces que uno se necesita desahogar, y la lluvia me recuerda a eso.
Seguí mi camino hasta llegar al instituto, lo cual me deprimió más pero puse mi mejor sonrisa y fingí estar feliz, ya que veía que no era muy lógico ponerse mal. Y así ha sido todo mi día, fingiendo estar feliz.
Para colmo aguantar como muchas personas que quieres lo estan pasando mal, teniendo también un día pésimo. 
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Que seas bienvenido, sentimiento raro, cual no se por qué siento.

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